CRITERIOS, PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS PARA LA EVALUACIÓN

(Extracto del Proyecto Curricular del Centro).

1.6. Los criterios, procedimientos e instrumentos para la evaluación de los aprendizajes.

 

Entendemos la evaluación como un elemento fundamental e inseparable de la práctica educativa, que permite recoger, en cada momento, la información necesaria para poder realizar los juicios de valor oportunos que faciliten la toma de decisiones respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, no se puede circunscribir a un solo aspecto o momento, sino que se debe extender a lo largo de todo el proceso educativo de forma global y sistemática; por una parte, indicando qué objetivos se consiguen y cuáles no, y, por otra, en qué grado de profundidad y dónde, cómo, cuándo y por qué se producen los problemas o errores.

En cualquier caso, siempre es bueno tener presente qué debe ser la evaluación y cuáles sus funciones, objetivos y modalidades más convenientes.

 

Funciones

 

  • Diagnóstico: Información sobre la marcha del desarrollo del currículo, los alumnos y las alumnas y los profesores y las profesoras.
  • Pronóstico: Avance de expectativas sobre qué puede ocurrir, para prevenir y solventar problemas.
  • Adaptación: Acomodación de los diferentes métodos y recursos a los distintos ritmos de aprendizaje de los alumnos y las alumnas, con miras a la máxima personalización del proceso educativo.
  • Orientación: Guía, paso a paso, del camino que se debe seguir en cada momento del desarrollo curricular.
  • Regulación: Facilitación y armonización de elementos personales, materiales y funcionales para garantizar el grado de eficacia del desarrollo del currículo.
  • Control: Certificación de la calidad y cantidad de los logros obtenidos.

 

Objetivos

 

  • Averiguar la necesidad, la viabilidad, la idoneidad, la oportunidad, el aprovechamiento y la rentabilidad del diseño-desarrollo curricular.
  • Actuar en función del alumno y la alumna, atendiéndolos como personas, tanto individual como socialmente.
  • Proporcionar datos de todos los participantes en el proceso educativo: alumnado, docentes, diseños-desarrollos curriculares, etc., para poder decidir lo que mejor convenga.
  • Obtener información cuantitativa y cualitativa acerca de la asimilación del programa y, por tanto, de su eficacia.
  • Constatar que se van adquiriendo y desarrollando las capacidades previstas en los objetivos curriculares.
  • Evaluar adecuadamente el aprovechamiento docente-discente para poder orientarlo de la mejor manera.
  • Conocer exhaustivamente los elementos que integran el proceso educativo, en especial al alumnado, para poder elaborar diagnósticos lo más ajustados posible.
  • Informar a la comunidad educativa, sobre todo a los padres, y solicitar su ayuda.
  • Motivar con vistas al proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • Facilitar información a las instituciones reconocidas que lo requieran.
  • Pronosticar y orientar las posibilidades de los alumnos y las alumnas y prevenir el fracaso escolar.
  • Conocer la calidad de la actuación docente, individual y grupal, y del sistema educativo.
  • Establecer programas de reciclaje ante la detección de malos resultados.
  • Superar la antigua concepción de la evaluación como único control.

 

Modalidades

 

La evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado será continua global y formativa y tendrá en cuenta su progreso en el conjunto de las áreas.

Para ello diferenciamos distintos momentos de la evaluación;

 

  • Evaluación inicial, como previo diagnóstico para conocer el punto de partida, conocimientos previos, las capacidades, actitudes  y nivel de competencias básicas con el objeto de adecuar el proceso enseñanza-aprendizaje a la realidad de sus posibilidades.

 

  • Evaluación formativa continua, que pretende conocer si se van logrando los objetivos propuestos, cuando todavía se puede intervenir modificando el camino para conseguirlos; es decir, evaluación del proceso y como proceso. Este tipo de evaluación tiene un especial carácter regulador, orientador y auto-corrector del proceso educativo desde su comienzo, lo que requiere una evaluación inicial previa.

 

  • Evaluación sumativa, que estima los méritos al finalizar el currículo (más cuantitativa), en la que se valora, sobre todo, el dominio de las capacidades adquiridas y el nivel de competencias básicas adquiridas; es decir, evaluación del resultado.

 

Instrumentos:

 

  • Observación del profesorado…….
  • Cuaderno de clase
  • Pruebas orales
  • Pruebas objetivas
  • Autoevaluación y coevaluación. Entendida como técnica de trabajo para que el alumnado se de cuenta de sus errores y aciertos y de esta reflexión desarrollen actitudes responsables y críticas.

 

Principios

 

  • Que sea un medio, no un fin en sí misma.
  • Que constituya un proceso continuo, progresivo y sistemático.
  • Que atienda a las diferencias individuales.
  • Hay que partir de lo que se quiere evaluar y después evaluarlo.
  • Trabajar en equipo a la hora de su diseño.
  • Tener flexibilidad al elegir los criterios o pruebas.
  • Debe basarse en criterios claros y lo más objetivos posibles.
  • Hay que dotarla de un mínimo de requisitos para su realización.
  • Debe tratar aspectos cualitativos y cuantitativos.
  • Es necesario temporalizarla adecuadamente.
  • Debe posibilitar la corrección de los procesos una vez detectadas las deficiencias.
  • Tiene que recoger al máximo todos los aspectos de la personalidad.
  • Reflejar de manera clara: qué, cómo y cuándo debe realizarse.
  • Propiciar a su término el proceso de reorganización específico y global (feedback).